EL NAIXEMENT DE UNA FALLA.




La Sociedad de Cazadores se fundó el 22 de noviembre de 1914 y su primer presidente fue don Tomás Clará Piñol. Desde su domicilio en la calle José Antonio nº 6, la sociedad organizaba anualmente y durante las fiestas de San Blas grandes concursos de tiro de pichón a brazo, algunos de los cuales, como los de 1927 y 1929, fueron de gran resonancia por su carácter de regionales. La sociedad continuaba sus propios actos relacionados con el mundo de la caza mientras las fallas se abrían paso en Burriana. Supieron de los inicios de la fiesta y del resurgimiento después de la guerra, pero no fue hasta 1943 cuando se convirtieron en falleros gracias a una situación similar a la que vivieron los veteranos de la Merced durante una noche de camaradería. Si en Burriana nacieron las fallas porque Carlos Romero propuso la idea en el transcurso de una simpática cena, no podría ser de otro modo que en la Sociedad de Cazadores surgiera el espíritu fallero de la humorada que tuvieron algunos de sus miembros al ver la popularidad que iba ganando la fiesta a principios de la década de los años cuarenta. Sólo contaban con la ilusión de llevar a la práctica un proyecto en común, a pesar de no disfrutar de la oficialidad de una comisión y carecer de falleras, pero la idea se les instaló en lo más hondo del pecho, allí donde reside el espíritu del fuego, y confeccionaron una falla modesta que pasearon sobre ruedas por calles y plazas antes de plantarla frente a la sede de la sociedad, donde repartieron mistela, coñac y buñuelos entre todos los asistentes e instalaron el monumento para ser tragado por el padre fuego. Todo ocurrió bajo la presidencia fallera de don Vicente Cantavella Ferrer, quien también ostentaba el mismo cargo en la sociedad cazadora y formaba parte, además, de la Comisión de Fiestas. La falla no estaría reconocida oficialmente hasta 1945, pero los cazadores plantaron monumento igualmente en 1944 y, ya oficial, en 1945. En 1946, la helada de les obligó a desistir en el empeño fallero, paro lamentablemente obligado que en esta sociedad se prolongaría hasta 1948, cuando la misma comisión que empezara cinco años atrás las labores festivas retomaría las riendas consiguiendo plantar falla tres años seguidos. En 1950, la comisión inicial abandonaría el trabajo en el mundo de las fallas y los cazadores no tendrían monumento hasta 1958, año en que una nueva comisión empezaría un proyecto fallero.
                                         MONUMENT ANY 1943
Había sido la primera sociedad en constituir comisión fallera, a pesar de carecer de la oficialidad. Eran falleros de esos a los que les da igual la asignación de un premio o el reconocimiento de la gente, eran de esos que sólo quieren disfrutar de la fiesta. Después del éxito del año anterior, la comisión se animó a repetir la experiencia y prepararon el segundo monumento, que fue de características semejantes a la del año anterior; pero sin el reconocimiento oficial y sin falleras, la Sociedad quedaba al margen de los festejos organizados por la Junta Local Fallera y por el resto de comisiones. No obstante, celebraron, y eso es lo que importa, la fiesta de las fallas. 

ANY 1945
Los Cazadores ya llevaban dos años de fallas al margen de la oficialidad. Inmersos en el ambiente festivo que propiciaba la sociedad por sus actividades relacionadas con la caza, se convertían en falleros cuando la primavera avisaba de su llegada y se apresuraban en confeccionar un monumento. Esta característica tan peculiar los incluía en el mundo de las fallas, pero los dejaba al margen de los actos oficiales y de la ayuda de los organismos falleros. Contaban con una buena e histórica organización, pero con la institucionalizada Junta Local Fallera y nueve comisiones, la fiesta de las fallas se había instaurado definitivamente en la ciudad y los Cazadores no querían continuar permaneciendo al margen de las ventajas que posibilitaba la oficialidad de la falla, así que decidieron finalmente incluirse en el censo. El día 9 de febrero, el Presidente Vicente Cantavella notificó a la Junta Local Fallera los nombres de las señoritas que ostentarían los cargos de Fallera Mayor y Damas de Honor, hecho que fue celebrado por la junta y comunicado por el señor Dosdá a la Sociedad. A partir de ese momento, la Sociedad de Cazadores ya era una comisión fallera oficial y sería reconocida para siempre como la primera sociedad que plantaba falla, ya que el resto de comisiones respondían a la designación de los respectivos barrios. La primera comisión oficial de los Cazadores estaba constituida por don Vicente Cantavella Ferrer (Presidente), don José Fortea Esteve (Secretario), don Félix Fonseca Martín (Depositario) y los vocales Vicente Ripollés Llopis, Jesús Marco Nácher, Higinio Sales Andreu y Vicente Ferrer Ramos. El honor de ser la primera Fallera Mayor de la Sociedad de Cazadores recayó en la juventud de Fina Gimeno Daudí y sus Damas de Honor fueron las señoritas Asunción Usó Abad y Angelita Cerezo, a quienes se les colocó la banda que las acreditaba como falleras oficiales el día 12 de marzo en una velada organizada por la comisión del Camino de Onda. Fue el comandante don José Molina quien puso la banda a la Fallera Mayor de la Sociedad. El monumento fue modesto. Sobre un pedestal, decorado con motivos alusivos a la caza, se elevaba un faro para iluminar el mundo que la guerra había conseguido apagarlo y, sobre éste, un pájaro sosteniendo una rama. Del faro salían cuatro tabiques que morían en los cuatro vértices del pedestal, de manera que la superficie del entarimado quedaba distribuida en cuatro secciones. En una de ellas había un cazador con la escopeta al hombro que mostraba la pieza capturada y detrás de éste se leía: “Se venden conejos”. El resto de escenas estaban constituida por un pescador de caña y un niño intentando cazar un pájaro.

ANY 1947


La Sociedad de Cazadores había irrumpido en las fallas en 1943, sin pretender estar reconocida oficialmente como asociación fallera. Repitieron la experiencia en 1944 con el único y gran objetivo de vivir la fiesta, a pesar de que su peculiar condición los mantuviera al margen de los premios, y en 1945 solicitaron el reconocimiento oficial. De esta manera recibieron, como el resto de comisiones, las propuestas e incentivos de la Junta Local Fallera. La caza, la camaradería y la actividad fallera se complementaban a la perfección en un grupo de gente que buscaba los placeres de la fiesta a través de la perseverancia, del trabajo en equipo y de la colaboración en eventos, tanto deportivos como festivos, que ofrecían a la ciudad, pero la inesperada nevada también vació sus ilusiones durante un año. Como en el resto de comisiones, se suprimieron todas las previsiones para 1946 en espera de tiempos mejores y, cuando llegaron, quisieron unirse al resto de comisiones que plantaron falla en 1947. Después de haberla saboreado durante tres años, no quisieron que la nieve siguiera influyendo negativamente en la fiesta del fuego y, con el mismo Presidente de los años anteriores, don Vicente Cantavella Ferrer, reorganizaron la comisión. De los antiguos miembros que figuraban en la comisión, repitieron don Vicente Ferrer Ramos (Depositario) y los vocales don Vicente Ripollés Rubio, don Jesús Marco Nácher y don Lorenzo F. Fonseca Martín, a quienes se unieron don Vicente Ribes Ventura y don Vicente Oliver Borja. Como Fallero Mayor, los cazadores contaron con don Joaquín España Cantos, Presidente de la Federación Nacional de Caza, y los falleros de honor fueron el tenor don Francisco Bosch Bauzá, don Cristóbal Barrera y el famoso torero de la época don Jaime Marco Goñi “el Choni”. El fallero recogió en sus páginas tanto el boceto del monumento como la comisión, pero ninguna fallera de la sociedad lo embelleció con su rostro. La comisión era experimentada y daba cabida en las fallas a actividades tan diversas como la caza, origen de esta sociedad, el toreo de “el Choni”, la música de Bosch y las actividades propias de las fallas, pero uno de los datos que más destacan es el nombre de un comisionado, don Bautista Folch Blasco. Se diría que el gran fallero necesitaba más de una falla, o que su espíritu quería ser compartido en más de una comisión. Un fallero, pues, en dos comisiones que no hizo sino unir más a los falleros de Burriana. Fue Presidente de Festejos para el barrio Valencia y Vicepresidente en la Sociedad de Cazadores. Las únicas referencia visuales y literarias que han podido recuperarse son las que aparecen en El Fallero de este año. Según se observa, los cazadores presentaron el boceto de un monumento sencillo de estilo tradicional que, a juzgar por los versos que indican el tema, satirizó la influencia del tiempo atmosférico en la economía burrianense: “Si el termómetro señala / que l’aigua pucha i no baixa / no busqueu mes el motíu, / es que está buida la caixa”, se leía literalmente en la publicación. Al llegar la semana fallera, los cazadores se sumergieron en la fiesta con la máxima devoción. Durante una semana la caza quedó en segundo lugar para dejar paso al protagonismo del fuego purificador, elemento que avivaron colaborando en las actividades de la ciudad con una fiesta religiosa en la Iglesia de los Carmelitas la mañana del domingo 16. A la celebración asistió el tenor Francisco Bosch, que interpretó algunos cantos religiosos, representantes de las distintas comisiones, miembros de la JLF y la Reina Rosita Traver acompañada de sus dos Damas. Al terminar la celebración, las falleras depositaron unos ramos de flores sobre el altar, a modo de ofrenda floral que todavía no se había instituido oficialmente. El ejercicio finalizó con la Crema, cuyas llamas alumbraron las ideas, las esperanzas y los proyectos de un grupo de gente con el alma encendida que habría de pasar a la historia como la primera “sociedad” que plantara falla en Burriana. Habiéndose incluido en el grupo de comisiones que vencieron a la nieve en unos meses, los Cazadores perseverarían en la fiesta con nuevos objetivos y grandes satisfacciones que les esperaban en el futuro.


ANY 1948
Si bien el año anterior había sido modesto para la agrupación fallera de la Sociedad de Cazadores, este año sería especial. Los cazadores estaban dispuestos a perseverar como falleros a fin de que su sociedad se encontrara entre las fallas más relevantes de Burriana y de asegurar una fiesta magnífica. Para ello, organizaron una comisión con experiencia y con capacidad de preparar distintos actos que ofrecieron a todos los miembros del mundo de las fallas. La comisión fue presidida de nuevo por don Vicente Cantavella Ferrer, un hombre de gran espíritu fallero que había ejercido de Presidente desde que en 1943 se plantara una falla en la calle San Vicente. También repitió, en el cargo de Vicepresidente, don Bautista Folch Blasco y, como depositario, se recuperó a don Felix Fonseca Martín, quien ya había ejercido dicha responsabilidad en 1945. El resto de directivos se completó con don Vicente Feliu Patuel (Secretario) y don Salvador Payá Pascual (Contador). Una vez constituida la comisión, se emprendió la labor de asignar los puestos honoríficos, que fueron aceptados por el Fallero de Honor don Miguel Ortiz Huguet, Presidente de la Federación Provincial de Caza, y por el Fallero Mayor del año anterior, don Joaquín España Cantos, Presidente de la Federación Nacional de Caza que este año repetiría la experiencia fallera. La fiesta se había encauzado desde la experiencia y con la máxima ilusión. El ambiente era exquisito; sin embargo, aún faltaba asignar las vacantes más representativas de la fiesta fallera, como son la Fallera Mayor y las Damas de Honor. No consta en El fallero del año anterior ninguna mujer en la página de la Sociedad de Cazadores, pero en 1948 habría tres bellas señoritas que recibirían todos los halagos de la fiesta: María del Carmen Mulet Ortiz, Fallera Mayor, y las Damas Amparito Vea Borja y Finita Palomares Buleo. Durante todo el proceso de preparación para la fiesta, el Presidente don Vicente Cantavella Ferrer comprobaba cómo se hacían realidad sus expectativas, pero todavía le quedaba un trabajo por ultimar. Él era quien se encargaba habitualmente de la construcción del monumento, tanto de la elaboración como de la pintura y, por lo tanto, quien se preocupaba por elegir el tema a satirizar. Gran fallero fue Cantavella, pues de sus manos no sólo salió la primera comisión fallera que se inició en la fiesta en 1943, sino que además organizó el camino que siguieron los cazadores falleros y construyó las primeras fallas. Una vez terminado el artístico y efímero trabajo, el público comprobó que, al igual que hicieron otras fallas, el monumento de los cazadores criticaba la subida de los precios bajo el lema “Els preus en elevasió / ni en carro, ni camió”. Con todo el entramado fallero bien preparado, llegó la semana de fiestas en la que, aparte de los actos propios de la sociedad, los cazadores quisieron ofrecer a todos los burrianenses algunos momentos para disfrutarlos en común, así que organizaron un recital de piano a cargo de su Fallera Mayor María del Carmen Mulet Ortiz que dejó embelesado al público y una competición de tiro de pichón. Como colofón de todo el esfuerzo realizado y de todos los instantes disfrutados, las llamas se tragaron el monumento, empezando así un nuevo ejercicio. Todo cuanto aconteció en la Sociedad Fallera de cazadores fue vivido por su Fallero Mayor, Sr. España. Tan embelesado quedó que relató en una revista especializada de caza sus experiencias con los falleros. El testimonio es una prueba de la acción del fuego que transmite con todo detalle la grandeza de nuestras fiestas, capaces de sacudir el espíritu de las personas provocando unos sentimientos impensables en otras situaciones.

ANY 1949

En los albores de los tiempos, la caza y los ritos relacionados con la naturaleza eran dos actividades fundamentales en la vida de los hombres. En los años cuarenta, el espíritu de los cazadores y el de los falleros, entendidos éstos como festejadores del equinoccio, se unieron un una sola sociedad, la de Cazadores, y se introdujeron en la fiesta convirtiéndose en una de las comisiones que más ofertas proporcionaba a la ciudad, puesto que organizaban buñoladas con las correspondientes copitas de mistela para todos los vecinos, diversos concursos relacionados con la caza e invitaban a conocer Burriana a numerosos personajes prestigiosos, tal como hicieron con don Joaquín España el año anterior. La lectura de los componentes falleros de la Sociedad de Cazadores combina la añoranza con el sentimiento más entrañable al leer el nombre de don José Aranda Mesa en la lista correspondiente a los Falleros de Honor. Una vez más, Pepe Aranda, antiguo Presidente de la Vila, manifestó con los hechos su vínculo fallero y no dudó en responder afirmativamente cuando se le requirió para apoyar la fiesta, aún estando en Cabra, su pueblo natal. Don Vicente Cantavella Ferrer presidió de nuevo la comisión fallera con cambios en todos los cargos y con gran variedad en los componentes de la misma, pero el hecho de figurar en el listado de los componentes de la comisión no tenía ninguna relevancia especial, puesto que todos los miembros de la sociedad de caza participaban en las fiestas falleras. En aquella ocasión, las señoritas que tuvieron el honor de ocupar el lugar reservado para el trío fallero fueron Rosita Ripolles Vicent, Fallera Mayor, y las Damas de Honor Serafina Santa-Águeda y Gozalbo y María Luz Bernat Domingo. El monumento fue un ejemplo humilde de las típicas fallas de la época. Sin grandes pretensiones, se plantó en la calle San Vicente para defender el lema Metge, curandero o menescal / si no hi ha iguala és igual, satirizando así la costumbre según la cual las familias realizaban un pago anual, llamado “iguala”, al médico o al menescal a cambio de sus servicios en caso de necesidad.

ANY 1950

A diferencia del año anterior, se mantuvieron la mayoría de los cargos relevantes en la vertiente fallera de la Sociedad de Cazadores, si bien, se añadió la figura del Vicepresidente 2º al listado encabezado por en mítico Presidente don Vicente Cantavella Ferrer. Los cazadores confeccionaron una falla humilde que satirizaba todo cuanto tenía algo que ver con pantallas, fuera la de cine, que ocupaba el remate, o la de una lámpara, que constituyó el cuerpo central. El conjunto, escaso de escenas, se colocó sobre un típico cadalso y se quemó en primer lugar para que las llamas iluminaran los rostros de las Damas de Honor, Finita Martínez Balbuena y Dorita Gumbau Guerola, y de la Fallera Mayor Regina Fortea Martí.





(Associació Cultural Grup d'Estudis Històrics Fallers de Borriana)


En la Sociedad de Cazadores se formó la peña “El Choni”

En la Sociedad de Cazadores se formó la peña “El Choni”, encabezada por don Julio Monfort, que realizaba las labores de Presidente. El resto de miembros lo constituyeron don Francisco Fortea (Vicepresidente), don Evaristo Ferrer (Secretario), don Jaime Seores (Depositario), don Manuel Feliu (Contador), y los vocales don Antonio Perelló, don Vicente Feliu, don José Gil Ríos, don Antonio Fortea, don Enrique Planelles, don Carlos Capella, don Hilario Cabedo y, por último, don Vicente Fortea, a quien llamaban “Radio escopeta” por ser él quien anunciaba los actos a celebrar tanto por la peña como por la falla, debido a su ocupación como locutor de radio. Cuenta Batiste Folch en sus Memorias de un fallero que el día 14 de septiembre de 1947...

En esta fecha vino el Choni a torear a Castellón, a cuya corrida invitó al Presidente de la peña y al Presidente de la sociedad de caza, así como a todos los miembros de la peña “El Choni”. Todos fuimos a la plaza provistos de pancartas y en sus actuaciones no cesamos de aclamarle. Nos brindó un toro, al que le cortó las dos orejas y el rabo y, a continuación, nos regaló la cabeza del mismo. Al finalizar la corrida, salió a hombros por la puerta grande.. El Presidente de la peña lo invitó a una cena de gala en la sede de la Sociedad de Cazadores, a la que asistió acompañado de su pandilla [...] El Presidente de la Sociedad de Cazadores le pidió que organizara un festival, a beneficio del hospital, y al respecto finalizaron los brindis, vitoreando al Choni y a su cuadrilla. Algún tiempo después, el Presidente de la peña recibió una carta para hacer el festival a beneficio del Hospital de Burriana. El Presidente de la peña y los componentes de la misma pidieron los permisos legales y el sitio al Alcalde, el cual les cedió el Pla, por ser el centro del pueblo [...] El paseíllo se hizo desde la Sociedad de Cazadores hasta la Plaza. Toreros, cuadrilla, falleras con teja y mantilla, los dos presidentes y la banda de música... una vez en el Pla, los aplausos al Choni fueron unánimes. En el palco de la presidencia se instalaron el presidente de la lidia, las falleras y las autoridades. Dieron la salida al becerro y, con la muleta, se lució con adornos por delante y por detrás. Mató de una estocada y el presidente lo premió con las dos orejas y una vuelta al ruedo muy aplaudida. Salió el segundo becerro, fuerte y con mucho nervio. Lo mismo embestía al capote que al público de las escaleras, pero él, como maestro, se hizo con el toro con temple y felicidad. Con la muleta le hizo pases de todas las marcas, mató de un pinchazo y salió a hombros de la multitud [...] En la sociedad se hizo aquella noche una cena extra a puerta cerrada para los socios, componentes de la peña, torero y cuadrilla, a los que se brindó y aplaudió mucho durante la misma. Una vez terminada la cena, se hizo baile en el teatro Oberón, que cedió don Salvador Payá para engrosar la recaudación del festival a beneficio del hospital. El baile fue un éxito con un lleno absoluto. El acto finalizó con una gran ovación para el Choni y sus muchachos.


(Associació Cultural Grup d'Estudis Històrics Fallers de Borriana)

REAPARICIÖ DE LA FALLA 1958 - 1967

En el any 1950 finalitza la seua activitat fins l´any 1958 en que una altra vegada es planta falla.Es el que podriem significar com la segona etapa de la historia de la falla CaÇadors,i abarca un periodo que comenÇa l´any 1958 i finalitza l´any 1967.En acabar este exercici faller es torna a parar fins l´any 1971.

                                             ANY 1958


ANY 1960

L´any 1960 la falla CaÇadors obté el que quansevol comissió de falla sempre somnia : 
UN PRIMER PREMI.
I en este cas produix molta més alegria puix es la primera vegada que ho aconseguix.
Es en la batalla de flors de les festes de la Misericordia i per una preciosa carrossa que davall el nom de RATITA,presenta la falla CaÇadors.
1961

1963





INSIGNIA DE CAÇADORS

Esta format per dos xicotets cartutxos de caÇa que tenen aproximadament cinc o sis centimetres de llarg i un de diametre,van units els dos per un llaÇ,que porta els colors de la senyera valenciana.

El cartux va ser idea Original de Joaquin Albert.


HIMNE DE LA FALLA

Al comenÇar la comissió de l´any 1972 van crear l´himne que se faria molt famós i seria conegut per tota la gent.La musica era La Tuna Pasa una coneguda marxa interpretada per una Tuna Universitaria.Li van acoplar una lletra en consonancia a la festa i a la falla CaÇadors.El resultat va ser un encert total,ja que actualment es una de les tonaetes més conegudes per tots i es tatal lejat per qualsevol faller de Burriana.
L´himne adaptació lletra : Joaquin Albert y Alfonso Monferrer.

Escomencen les festes i les Falleres han entrat en calor,per tindre l´orgull de ser de la Falla CaÇadors.
Perque som els fallers més divertits que anem pel carrer diguent a crits : 
Comissió CaÇadors som de tots els millors.
Ja estem dins de les festes i els fallers tots reunits estem demostrant alegria entre petardos i tronadors.
Perque les falles ,sempre,sempre serán entre cognac,bunyols i champany ambient del CaÇadors 
perque som,els millors.
TORNADA
La falla dels CaÇadors es entre totes la millor per que está tot preparat puix,en lo més minim hem pensat.
Quan anem pel carrer l´envetja som de tota la gent puix,tenim tanta alegria que entre tots no l´acabem.
´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´´

L´ESCUT DE LA FALLA

L´escut  era un tema per aclarir de manera definitiva.Havien hagut ja varis pero ningú acabava de satisfer al gust dels fallers.Va ser  la comissió del 72 la que va crear l´escut.Agarrant com a base el foc,motiu principal en la festa de les falles,se va realitzar una flama molt encertada,i tenint en la part baixa de lñ escut una escopeta,simbol de la caÇa,tant apropiat al nom de la Societat de CaÇadors.
L´escut va ser creació de Joaquin Albert.


INDUMENTARIA DELS HOMENS DE LA FALLA

Els homes de la Falla CaÇadors,des de que va apareixer al 1943 mai han vestit de manera tradicional valenciana,ni cap de les vessants adaptades per a la festa de les falles.Ells sempre han lluitat per la seua tradició ,la de vestir amb traje jaqueta i corbata,pero no d´una manera quansevol,ni cada u d´una forma o color.Els CaÇadors tenen una mena ¨ d´uniforme ¨format per un traje jaqueta obscur,camisa blanca i corbata roja.Aquesta vestimenta agarra més forÇa durant la decada dels 70 quan tots els fallers prenen com a indumentaria oficial els trajes negres.